Supuesto retrato de Popea. Siglo I d.C. Museo de las Termas. Roma 2018
Tras la muerte de Británico, Agripina fue progresivamente apartada por Nerón del centro del poder. Esto se hizo más evidente tras la aparición en la vida del emperador del que sería el gran amor de su vida: Popea Sabina.
Popea era hija Tito Olio (que había sido pretor en época de Tiberio) y de una aristócrata romana que se suicidó a instancias de Mesalina. Nació probablemente en Pompeya durante el año 30 a.C. (por lo tanto era 7 años mayor que Nerón). Tras un primer matrimonio con el prefecto de la Guardia Pretoriana, Rufrio Crispino (con el que tuvo un hijo), casó con Marco Salvio Otón, amigo íntimo del emperador. Durante una cena que éste organizaba en su casa conoció Nerón a la bella dama. El hijo de Agripina quedó fascinado desde el primer momento por la belleza Popea, quien no tuvo reparos en convertirse en su amante casi desde el primer momento; no obstante, Otón estaba enamorado de Popea y no estaba dispuesto a compartirla, por lo que Nerón anuló el matrimonio y lo envío como gobernador a Lusitania (actual Portugal) donde permaneció durante los siguientes 10 años.
Aureo con la imagen de Otón, quien llegó a ser emperador
Fuente: De http://ancientrome.ru/art/artworken/img.htm?id=383, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1244490
La llegada de Popea a la Corte fue el detonante final de la ruptura definitiva entre Agripina y Nerón, pues ambas mujeres veían en la otra una rival en su ambición de poder. Popea no cesaba de reprochar al emperador su situación de concubina y la falta de libertad de él para elegir a la esposa que deseaba. Al mismo tiempo atacaba a Agripina espetándole continuamente a Nerón entre lágrimas que si el hecho de no tenerla como esposa “era que se temía que al menos una esposa le descubriera los agravios hechos al senado y los odios del pueblo motivados por la soberbia y avaricia de su madre. Si Agripina no podía aceptar una nuera que no fuera enemiga de su hijo, a ella debía devolverla al matrimonio con Otón; prefería marchar a cualquier lugar de la tierra donde oiría de los ultrajes proferidos contra el emperador de mejor grado que teniéndolos ante su vista, implicada en los peligros que él corría”(Tácito, Anales, XIV, 1, 2).
Locamente enamorado de Popea y hastiado de la actitud de su madre (que no perdía ocasión de mostrarse cercana a su nuera Octavia y de reunirse con amigos influyentes a espaldas suyas), Nerón expulsó a Agripina de Palacio, instalándola en una villa anexa que había sido propiedad de su abuela Antonia la Menor. Al mismo tiempo le retiró la escolta militar y la guardia germana. Cada vez que Nerón la visitaba “lo hacía rodeado de un pelotón de centuriones y se retiraba tras un beso apresurado” (Tácito, Anales, XIII, 18, 3).
Agripina la Menor. Siglo I d.C. Nápoles. Museo ARcheologico Nazionale
De la noche a la mañana, Agripina vio como todos sus amigos desaparecían y se enfrentó a la más absoluta soledad pues nunca fue una mujer capaz de inspirar amor. Como escribe sabiamente Tácito, “ninguna cosa humana es tan inestable e insegura como la fama de poder no apoyada en la propia fuerza” (Anales, XIII, 19, 2).