Monumento a Vespasiano en Castro Urdiales, ciudad cántabra fundada por él
Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Castro_Urdiales_-_Monumento_al_Emperador_Vespasiano_2.jpg
A pesar que según las fuentes antiguas tuvo que hacer frente a varias conspiraciones que pretendían acabar con su gobierno, Vespasiano logro consolidar y devolver la calma al Imperio romano tras el convulso año que siguió a la muerte de Nerón. Él no perdió nunca la fe en su predestinación al trono imperial y en su anhelo de establecer una dinastía así que “se atrevió a afirmar al Senado que o le sucederían sus hijos o nadie” (Suetonio. Vida de Vespasiano, 25).
Tras 10 años de Principado, en junio del año 79, cuando se encontraba en Campania se sintió indispuesto. Consciente de su gravedad y, sin perder el sentido del humor, que le había acompañado toda su vida exclamó “ ¡Ay!, creo que voy a convertirme en dios” (Suetonio. Vida de Vespasiano, 23,4), aludiendo a su probable deificación tras su muerte. Volvió inmediatamente a Roma y se retiró a Reate, donde solía veranear, y aunque padecía fiebre y diarrea, no dejó de ejercer sus funciones, llegando a dar audiencias desde su misma cama. “De repente sufrió una diarrea que lo dejó exhausto, tras lo cual exclamó que un emperador debía morir de pie; y mientras se esforzaba por levantarse, falleció en brazos de quienes lo sostenían, el noveno día antes de las calendas de julio (el 23 de junio), a la edad de 69 años, 7 meses y 7 días” (Suetonio. Vida de Vespasiano, 24). 55 años después de la muerte de Augusto, un emperador moría de muerte natural.
El triunfo de Tito. Alma Tadema.1885.
En primer plano aparece Vespasiano como Pontifex Maximus, seguido por Domiciano y su esposa Domicia Longina. Tito les sigue vestido con atavío religioso.
Fuente: De Lawrence Alma-Tadema - http://www.artrenewal.org/asp/database/image.asp?id=108, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2334600
Junto a él probablemente se encontraba su hijo Tito, que de manera instantánea y con naturalidad se convirtió en emperador, el día siguiente de la muerte de Vespasiano. Tenía 39 años. Esto deja patente el éxito del fallecido emperador al fundar una dinastía. De hecho, Tito ya había sido nombrado César por su padre (junto a su hermano Domiciano) y desde los inicios del Principado de aquel se hizo cargo de múltiples tareas de gobierno, dictando cartas en nombre de Vespasiano, redactando incluso edictos y leyéndolos en el Senado, además de ejercer la prefectura del pretorio. Se puede decir que Tito ya actuaba de co-emperador en vida de Vespasiano.
Tito. Siglo I d.C. Nápoles. Museo Arqueológico
Haciendo honor a las palabras de su padre, Tito deificó a Vespasiano inmediatamente y comenzó en el Foro Romano la construcción de un templo dedicado a su memoria.
No conocía mucho la figura de Vespasiano antes de comenzar los artículos que le he dedicado pero tengo que reconocer que me ha gustado su personalidad y su dedicación a la hora de recuperar las finanzas, engrandecer y consolidar el Imperio. Siempre tendremos que agradecerle que iniciara la construcción del Coliseo, el mayor legado que nos ha dejado la Antigua Roma a la posteridad. De hecho él pudo contemplarlo casi en su totalidad, pues a su muerte sólo quedaba un año para su inauguración.