Domiciano continuó con la potenciación de la cultura siguiendo la línea marcada por su su padre y hermano, contribuyendo así al gran florecimiento de las artes durante la dinastía Flavia.
El hijo menor de Vespasiano llevó a cabo una gran labor constructiva que se plasmó en la restauración de innumerables templos, la culminación del Coliseo, la construcción del Templo de los Flavio, el arco dedicado a su hermano, su propio Estadio y un colosal palacio en la ladera del Palatino, de los que aún quedan importantes vestigios en la ciudad de Roma.
Por otro lado, en la literatura destacaron los poetas Marcial y Juvenal, que junto a Plinio el joven y Quintiliano dieron forma a los principales escritos de la época.
Marco Valerio Marcial procedía de Calatayud aunque marchó a Roma en el año 64. Fue favorecido por Tito y después por Domiciano, a quienes dedicó grandes elogios. Ellos lo nombraron miembro de la orden ecuestre y obtuvo diversos honores como la exención de impuestos que habían de pagar los que no tenían hijos.
Su obra, que ha sobrevivido casi en su totalidad, está compuesta por 15 libros en los que se recogen 1500 versos pertenecientes a un único género literario, el Epigrama, disciplina en la que no tuvo rival y superó a sus modelos, Catulo y Domicio Marso. De gran importancia fue su Liber spectaculorum, que celebra la construcción y los juegos de inauguración del Coliseo, vital para el conocimiento que tenemos en la actualidad de aquellos eventos.
La fama de Marcial se cimenta sobre todo en su perfil satírico. Su producción navega entre la más pura lírica y las más vulgares obscenidades, siendo muy transcendente la información que aporta de la sociedad de su época. Los estratos más controvertidos de la pirámide social romana, como los pícaros, los aprovechados, los degenerados, la dama semimundana que envejece, entre otros, son perfectamente descritos en sus poemas.
Muy amigo de Marcial fue Décimo Junio Juvenal. Ambos mejoran la tradición satírica romana ahondando en la crítica social. Juvenal escribió al menos 16 poemas en los que abarca casi todos los tópicos romanos. Las Sátirasson en realidad una críticas profunda a la Roma pagana y sus vicios, trazando un retrato ácido y feroz de sus coetáneos, revelando las cuestiones esenciales de la sociedad romana pues tratan sobre multitud de temas que van desde la dieta a la decoración.
Además de esto, lo que ha hecho a Juvenal famoso fueron algunas expresiones que seguimos usando en la actualidad como las famosas “Panem et circenses” (Pan y circo) para que el pueblo no piensa en los problemas reales, o “Mens sana in corpore sano”.